sábado, 26 de septiembre de 2015

American Crime.

Un crimen en América. En Modesto, California. Las víctimas una pareja blanca en el interior de su casa: él se alistó en el ejercito después del 11-S. Ella la chica perfecta, Miss Modesto, son atacados brutalmente. Él muere, ella queda con secuelas permanentes.

Tráfico de drogas, crimen racial, xenofobia, la América blanca pobre, la inmigración legal e ilegal, los que quieren hacer las cosas bien y no les sale, los que son perseguidos por aquello que hicieron y dejaron atrás. Donde nada es lo que parece, y lo perfecto es imperfecto, y lo imperfecto, perfecto.

En 11 capítulos se desarrolla la trama, no de la investigación del crimen, sino de sus consecuencias y como todas las partes implicadas y sus familiares se enfrentan a este hecho que les ha destrozado la vida. Como afecta a sus creencias, a sus relaciones familiares, a su día a día.


Me ha gustado esta serie. Unos muy buenos actores (Felicity Hoffman, Timoty Hutton entre otros) que hacen creible sus interpretaciones. Una dirección que hace que la cámara narre, explique, te haga reflexionar. Muy recomendable.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Bron/Broen, The Bridge, The Tunnel


Primero fue Bron/Broen (sueca/danesa), 2011. Después “The Bridge” (americana) 2013 y la otra vuelta de tuerca ha sido “The Tunnel” (británica/francesa), también del año 2013.

 

Mismo caso, mismos personajes, misma puesta en escena, misma relación entre los protagonistas. Tres series iguales, que a la vez son diferentes.

 

Aparece un cadáver en la línea que separa el puente entre Suecia y Dinamarca, en la frontera entre Méjico y EEUU, y en el Euro Tunnel entre Francia e Inglaterra. Los policías encargados de investigarlo, de uno y cada país, tienen las mismas características. Se producen los primeros roces sobre quien va a investigar el caso, y cuando ya se ha decidido quien lo hará al retirar el cuerpo, éste aparece dividido en dos: uno en cada parte del país correspondiente. Se ven abocados por tanto a trabajar juntos para resolver este misterio.

 

 
 
Aún siendo la misma historia, cada una de ellas tiene sus singularidades. La original es la que marca el ritmo, la que nos va descubriendo la trama. En la segunda americana “The Bridge”, es la que más se distancia de su predecesora, y añade nuevos personajes y tramas que en muchos momentos se comen a la original, y eso que en un principio a mi no me gustaba. La tercera, siguiendo más a la primera, nos deriva en una trama que incluye el terrorismo.

 

No quiero desvelar nada, por si aún hay alguien que no haya visto las tres versiones. La dos primeras han emitido ya las segundas temporadas. Bron/Broen, ha resistido muy bien, para el año que viene está prevista la emisión de la tercera temporada. No ha seguido la misma suerte “The Bridge” que ya fue cancelada después de la emisión de la segunda temporada.

 

Un consejo: No os perdaís ninguna, y si es posible, visionadlas en este orden.

martes, 15 de septiembre de 2015

"Tarde, mal y nunca"

“Tarde, mal y nunca”. Carlos Zanón 2009. Ha caido en mis manos en la colección de El País de este verano. He de decir que la esperaba con gran ilusión.

No puedo ser objetiva: me encanta Zanón. Desde que hace dos años, unos amigos alicantinos y valencianos, que vienen cada año a la BCNegra me recomendaron a este autor, he quedado totalmente atrapada por el universo “zanoniano”. Realmente se encuentra muy lejos de lo que es mi ideal de novela negra: crimen, policia investiga, policía encuentra el culpable. ¿Por qué entonces mi gusto por Zanón? En sus novelas, tanto ésta, como las estupendas “No llames a casa” y “Yo fui Johnny Tunders”, sus personajes, sus escenarios y sus argumentos te revuelven las tripas.

Los policías son meros actores que casi no participan en la trama, y si lo hacen, es tangencialmente. Sus protagonistas son perdedores, gente de barrio, normal, con ilusiones, que aman y con deseo de ser amados, gente que ha llegado a la delincuencia como consecuencia de las circunstancias. Gente con la que tienes o has tenido cosas en común, y por eso, sientes una empatía involuntaria hacia ellos, y aunque te horrorizas de las cosas que pueden llegar a hacer, hay un momento que los comprendes. Aquí es donde está la grandeza de Zanón. En hacernos comprender la depravación y la miseria tanto económica como moral que lleva a sus personajes a cometer unos delitos a los que parecen estar abocados.


Me es difícil recomendar alguna de sus novelas: cualquiera de ellas es buenísima, y no te dejará indiferente.
 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

BOSCH. La serie de TV.

Bosch. Harry Bosch. Hieronymus Bosch. Adaptado en una serie? Huyyyyyy!!! Que miedo. Todos estos personajes, que ya son parte de tu vida, a los que llevas siguiendo años y años, con los que has padecido sus desgracias, sus miedos, has resuelto sus casos, e incluso has vivido sus pocos momentos de alegrías, es difícil ponerle la cara de un actor.

Creo que lo han conseguido. Titus Velliver me gusta como Bosch. Después de ver la serie, puedo decir, que para mi, Titus es Bosch. La única pega que le pongo es que yo pensaba que Bosch estaba un poquito más regordete, no tan en forma como veo a Titus, pero es lo de menos.

Se nota que el productor ejecutivo es Michael Connelly. Cuida a su personaje. Cuida sus escenarios. Cuidas sus tramas. En todo momento te parece estar viendo un relato detallado de varias de sus novelas entremezcladas, entre ellas “Ciudad de huesos” y “Echo Park”.

Te reencuentras con todos los personajes que aparecen en las novelas. Todos y cada uno de ellos bien definidos.Su casa, su comisaría, un Los Ángeles, perfectamente reconocible. No falta ni sobra nada ni nadie.

Una serie que me ha gustado mucho. Que es coherente, está bien narrada, dirigida e interpretada. Nada más añadir que: larga vida al Bosch televisivo.

Dejo aquí una crítica mucho mejor que la mia. Si te gusta Bosch, no dejes de leerla, y si aún no has leido nada de él, solo hacerte una pregunta: ¿A que estas esperando?

http://www.elantepenultimomohicano.com/2015/03/critica-en-serie-bosch-temporada-1.html

martes, 1 de septiembre de 2015

Negra y Criminal

1 de septiembre 2015. Un día normal. Se han acabado las vacaciones para mucha gente, esa que luego dice que aprovecha estos días de descanso para leer. Me quedo colapsada con un noticia que circula por Facebook: cierra la librería “Negra y Criminal”. Me quedo anonadada. Primero no me lo creo, pienso que es un rumor, pero voy viendo mensajes y no…. Es cierto. Mi amiga Anna Maria Villalonga, a la que conocí en un curso de Novela y Cine Negro en el Juliols de la UB de 2012, impartido entre otros por Paco Camarasa, me menciona en un comentario. Nadie como ella para imaginarme que es lo que siento.

Me emociono, me indigno, me llevo las manos a la cabeza y al corazón, lloro, si, no me avergüenza decirlo. Y entonces sale mi egoismo; ¿Qué voy a hacer sin mi librería de referencia?

Dicen que cierran por la crisis, y no lo dudo. Cada vez se lee menos libros y lo que es peor, se compra menos libros, y entre los pocos que se compran, por lo visto, menos en la Negra y Criminal. Yo, y lo digo sin querer parecer … no se que, es una de las tiendas a las que no puedo porque me dejo el presupuesto de ocio del mes. Digo… va Charo, llevate el dinero justo, no se, 80 ó 90 euros, pues no. Siempre gasto mucho más, suerte de la tarjeta.

Lo han intentado todo, hasta crear el Club “Cómplices”, con lo que los acérrimos defensores y admiradores de este espacio aportamos nuestro granito de arena económico para colaborar con el sostenimiento de este rincón que es de Paco y Montse, pero que nos pertenece a todos, escritores, editores, periodistas, profesores, críticos y sobre todo, lectores, clientes y amigos. Todos cómplices.

Representa mucho para mi. Es una sitio en el que siempre me encuentro bien, en el que descubro cosas nuevas, escritores nuevos, donde he conocido a mis ídolos, donde me han firmado libros, he conversado con ellos, he tomado un poco de vino y he comido mejillones y patatas. Donde he peregrinado en multitud de ocasiones para un sábado por la mañana (nadie sabe la de malabarismos que he tenido que hacer para poder ir) y durante un rato me he sentido parte de la familia negra-criminal. Allí he llevado a mis hijas, las he introducido en esta afición que a mi me gusta tanto. Han conocido a Andreu Martín, a Jaume Ribera y a Jordi Sierra i Fabra, autores a los que ya habían leido. Momentos que ya no se repetiran.

Como un espacio tan pequeño, puede ser tan grande. 
Me niego a decirles adiós. No quiero que se vayan. Espero con impaciencia que nos comuniquen sus nuevos proyectos y, al mismo tiempo, también, y como decía Antonio Machado: “mi corazón espera, también hacía la luz, y hacia la vida, otro milagro de la primavera”.